Decidirse a contactar con una psicóloga no siempre es fácil, requiere valentía pues supone atreverse a mirar con alguien más aquello que nos pone en crisis o en duda, especialmente en momentos de la vida en los que, con frecuencia, es difícil aceptar o imaginar que los padres, los bebés o los niños tengan dificultades, se sientan tristes o sencillamente tengan la necesidad de encontrar un espacio para expresar temores, recibir apoyo o sanar heridas. Por ello, permíteme que me presente y te cuente un poco más sobre mí.

Nací y crecí en Bogotá-Colombia, en una familia dedicada a la educación, por lo que desde muy pequeña sentí una profunda curiosidad por la primera infancia y la importancia de las relaciones humanas, lo que me llevó a estudiar Psicología. Desde el inicio mi interés por favorecer el desarrollo y las relaciones interfamiliares fue claro, por lo que tomé una orientación clínica y terapéutica, pero no fue hasta entrar en contacto con una unidad de cuidados neonatales, durante una de mis prácticas profesionales, que entendí la necesidad de profundizar en el periodo perinatal y de trabajar tanto con las madres como con los bebés.

He vivido en Italia y actualmente vivo en España, he trabajado en distintos contextos sociales y aunque la psicología ha sido siempre un eje, he trabajado también como maestra de niños entre 18m y 6 años, he impartido formación, he hecho consultorías y he tenido la posibilidad de estar vinculada a un organismo internacional en proyectos de cooperación y políticas públicas, lo que me ha dado una mirada muy amplia sobre las familias, los distintos estilos de crianza y los entornos sociales que les dan contexto.

Actualmente cuento con más de 15 años de experiencia realizando intervención terapéutica con bebés, niños y padres, así como en consejería y programas de formación en parentalidad, crianza y salud mental perinatal dirigidos a familias y profesionales.