La Semana Mundial del Parto Respetado es una iniciativa que surgió en 2004, con el objetivo principal de visibilizar el modo en que se atienden partos en todo el mundo y exigir el cumplimiento de derechos vinculados al nacimiento.
Toda mujer tiene derecho a ser acompañada, al menos por una persona que ella elija y en quien confíe, en el momento de dar a luz.
La necesidad de instrumentalizar el parto no es motivo para deshumanizarlo y dejar de informar y respetar a sus protagonistas: Madre y bebé.
En caso de cesárea es posible realizar contacto piel con piel y es un derecho y necesidad vital para madre y bebé que sólo en caso de riesgo vital debería limitarse.
También las mujeres que deben parir a sus bebés fallecidos en el vientre, o aquellas que deben dar a luz de forma prematura tienen derecho a un parto respetado.
Eso significa que deben ser informadas oportunamente, asegurándose de que han entendido lo que se les dice, que pueden participar en la toma de decisiones, que tienen derecho también a ser acompañadas, a ver a sus hijos, y siempre que sea posible a ser acompañadas por quienes atienden el parto en el proceso de despedida sin juicios y sin que se tomen las decisiones por ellas.
Foto Empty Arms
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